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Necesario, declarar áreas naturales protegidas en el río Colorado: Carmelo Zavala 

Por: Juan Pablo Guerra

Tijuana,31 de mayo.- Ambientalistas de Baja California llevan años buscando destinar parte del agua que fluye en el río Colorado para fines ambientales, sin embargo, los esfuerzos no han dado frutos hasta ahora, pero esto podría cambiar si se declararán nuevas áreas naturales protegidas en el estado, consideró Carmelo Zavala, director del Centro de Innovación y Gestión Ambiental.

El también ex subsecretario de Medio Ambiente de Baja California recordó que en el 2014 se inició un proyecto pionero conocido como «Flujo Pulso», que buscaba destinar parte del agua del río Colorado para fines ambientales.

Cabe resaltar que el agua que fluye en el río Colorado es fuertemente administrada de ambos lados de la frontera, ya que alimenta de agua a varios estados de Estados Unidos, entre estos California y Arizona, además de alimentar del vital líquido a 4 municipios de Baja California.

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En los acuerdos establecidos entre las dos naciones que comparten el río Colorado, Estados Unidos entrega a México 1 millón 800 mil metros cúbicos de agua del Río Colorado cada año, mientras que México proporciona a su vez 400 mil de metros cúbicos de agua del río Bravo.

Sin embargo, existe la posibilidad de que esto cambie, pues tan solo en abril de este año, la administración de Joe Biden anunció que estaba considerando hacer cambios en las proporciones de agua que se están entregando.

Para ayudar a la protección del río y los ecosistemas que residen en sus alrededores, Zavala Márquez sugiere la creación de áreas naturales protegidas de carácter estatal, similares al sitio denominado Miguel Alemán, ubicado en la zona norte de la cuenca del Río Colorado, en la frontera entre Baja California y Sonora.

Actualmente existen dos grandes polígonos en estudio avanzado para ser declarados áreas naturales protegidas: La Laguna Grande y el sitio conocido como Chausse, ubicado en la colonia Carranza y el ejido Plan de Ayala, en Mexicali.

Solo existe un área natural protegida por el estado con una declaratoria final, siendo esta el arroyo San Miguel, en Ensenada.

“La protección de estas áreas sería un apoyo vital para garantizar la continuidad del Flujo Pulso y evitar su desaparición ante el estrés hídrico y la sequía”, agregó.

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Asimismo, reconoció que grupos ambientalistas, en colaboración con el gobierno de Baja California, han trabajado arduamente en la administración y conservación de estos espacios, pero se requiere un apoyo sólido por parte de las autoridades federales, como la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP).

“El liderazgo del gobierno de Baja California es crucial en este proceso, aunque también se debe destacar la importancia de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) en la tramitología. Es esencial que se reconozca el valor de destinar agua a la conservación sin que esto sea percibido como una competencia con la agricultura o el abastecimiento urbano», aseguró el ingeniero bioquímico.

Reiteró que el agua destinada a estos fines ambientales es invaluable y contribuye al bienestar de las especies, la protección de los ecosistemas y la preservación de los oasis naturales.

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